La prisa del tiempo...

Y mientras observo el calendario pienso, " cuánta prisa lleva el tiempo" .

Octubre y un calor que no corresponde, pero que es ya recurrente en estos últimos años. "Emergencia climática",  dos palabras que me produce desazón...

Pero hoy mi cabeza anda también en otros derroteros, quizá más banales. 8 de octubre, y un montón de rutinas ocupan sus horas, incluso en estos minutos de reflexión tienen su lugar. 

Nunca dejemos de bailar, de recorrer nuestro camino con sus subidas y bajadas...

Si necesitas parar, hazlo. Descansa, pero ten presente que la vida es esa montaña rusa que, a veces asusta, da vértigo e incluso náuseas mas también nos regala momentos divinos, con sabor a gominolas, a algodón de azúcar o a ese bendito trozo de bizcocho que nos traslada a una niñez donde todo, absolutamente todo tenía solución. Y oye, de pronto te sientes protegido, a salvo..

Porque el misterio de colocarnos al límite nos ofrece la adrenalina necesaria  para gritar a los cuatro vientos, ¡¡¡vamos allá, que mi ritmo, el tuyo, el que marque cada uno: no pare!!!