Septiembre trajo consigo una serenidad ganada a pulso, de resiliencias batalladas. Somos a veces tormenta y otras calma, lágrimas y sonrisas, nos manejamos en esa dualidad de todo y nada. La contrariedad de saber que no siempre tenemos la respuesta adecuada, nos atolondra...
Septiembre hizo de las suyas: un mes de inicios, cambios, puestas en marcha; es un reseteo y un punto de partida. Es luz, color y ganas. Es ayer, hoy y lo próximo que se nos ponga por delante.
Con este pensamiento sostenido, con aires de "pude, puedo y podré con todo" inauguramos octubre.
Y así seguir cultivando lo bonito de esta vida...
*
Y así seguir cultivando lo bonito de esta vida...
*