A veces nos descubrimos una mañana levantando las persianas y susurrando, septiembre y su ironía. Siempre es así de simpático o rutinario, o simplemente le gusta darme en las narices con un "y ahora qué hacemos con este nuevo año". Este mes, es para mi quizás como para muchos de vosotros, comienzos o vueltas a la vida de un tiempo. Me gustaría llenarlo de fragancias del ayer, mezcladas con un presente distinto, más fuerte, más amable, y también más llevadero.
Llevo días sumida en un letargo de pensamientos, que me están abrumando y no es una sensación que me resulte agradable, pero es una señal, es el tintineo de las llaves a una puerta que estaba entreabierta, a buscar en mis ganas, la ilusión, el retomar mi loca-cuerda de escribir mis días, en versos, relatos o pensamientos, pero ESCRIBIR...
Una vez, sentencie a modo de promesa, que escribir es mi camino, mi lugar, mi paz y ahí desde esa forma un tanto osada me sentí cómoda. Escribir no es más que ir hilvanando letras con un cierto sentido claro, pero no todos somos capaces de hacerlo bien, con un ritmo bonito y que suene casi a música.
Pero, aunque no todos gozamos de este talento, (el cuál el mío dista mucho de serlo), por otro lado tenemos el gusto de hacerlo así sin más pretensión que sentirnos libre para hacerlo y además disfrutar de ello.
Hoy septiembre se me ha puesto entre ceja y ceja. Así que venga... ¡ A escribir!
Es bonito leer a "través de tu persiana..."
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, es bonito también saber que están los de siempre, aquí acompañando mis letras. Un abrazo
EliminarY seguro que brotaran hermosos textos, quien ha escrito antes, quien sabe escribir puede retomar la costumbre. Recuerdo tus entradas, tus "Azul mar" y el sabor de tus comentarios. Un abrazo
ResponderEliminarComo me alegra tenerte también por aquí, he sonreído y mucho al leer que recordabas mis azul mar, mis barcos de papel y que mis comentarios siempre los hayas recibido con cariño. Un abrazo cálido, Ester
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