miércoles, 6 de noviembre de 2019

Y un instante de reflexión...



Que las rosas tienen espinas, ya lo sabemos que son preciosas también. Que de elegir una flor, me asombra la sencillez de una margarita pero, el jazmín aguarda el recuerdo de mi abuela. Incapaz de decidirme por una sola.
Que soy de enredarme en mil pensamientos, pero uno me da la vida... que olvidamos con asiduidad que una espina hiere pero no a todos por igual. Que juzgar a la ligera está feo y hace daño. Que la vida nos reserva multitud de tonalidades, situaciones por las que jamás llegarías a pensar. Ahí surge nuestra capacidad de asumir cambios, de adaptarnos.

Cuesta encontrar el justo equilibrio, no somos perfectos. Nada lo es. Pretender serlo, una necedad. 
Cuestión de tiempo, paciencia e ingenio para lograr el mejor equilibrio a nuestras circunstancias. 
Las espinas del desánimo nos infrigen dolor mas en esta prosaica forma de hacernos fuertes, maduros e inteligentemente felices. Nos salva de futuras decepciones, es el colirio que despeja del camino aquello innecesario. ..
Duele hoy pero mañana será distinto e incluso carecerá de importancia. Así es, como a veces nos toca a aprender, caes pues te levantas.  A seguir, que la vida lo merece. 

Buscar nuestro lugar, todos tenemos uno. Que la queja te lleve a un instante de arrojo, lucha, de ganas escribir tu libro, tu historia. Uno, donde tu firma, sea ejemplo de constancia. 

Ser flexibles también es necesario pues vivir tenso arruga el alma. Aflojar el ritmo, descansar.... Ser conscientes de lo que nos rodea, ayuda a reiniciar la marcha, es la puerta a una felicidad. La rutina, un gusano loco de la feria, dando vueltas sin sentido. Cuando terminas el viajecito algo aturdido, exclamas ¿¡ esto es todo?!.
De vez en cuando, alejarnos de una inercia programada, imprescindible para nuestra psique. Somos humanos, escuchar (nos). Recuperar el bienestar emocional. En la vorágine de la lucha por la simetría descubres también maravillas: amando (te) con valentía, respetando (te), agradeciendo (te) y perdonando (te).
Y la sonrisa por favor, llévala contigo, que luzca tu propia estrella, allá donde vayas... siempre 🌺🍀

2 comentarios:

  1. No se debe salir de casa sin llevar la sonrisa puesta, tampoco podemos forzar nuestra vida a ser perfecta o según las normas , a veces hay que dejar fluir y que sea lo que tenga que ser. Un abrazo y una amapola

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    1. Mejor no lo podría haber dicho. Dejar fluir siempre... Gracias Ester por tu abrazo y la amapola. Recibe otro de vuelta

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