Todo acto tiene una consecuencia: Es la ley del universo; es como el eco, donde todo viene de vuelta...
Así que, en esta tarde de lluvía y frio, donde mis musas se cobijan tras el cristal de mi ventana... pienso:
«En sonrisas auténticas, de esas que nacen en el alma; en la brisa de un sueño que ahuyente miedos y sollozos. En besos del color del arcoiris y abrazos de oso, cálidos y sinceros. En la fragancia de mil rosas sin espinas para todos»
Gracias por la parte que me toca, hoy voy a disfrutar de un gran día. Gracias generosa. Saltos y brincos
ResponderEliminarQue hermoso mi querida Ángeles y es que tus palabras disipan las nubes y lo llenan todo de color y luz.
ResponderEliminarBesos
Gracias.
ResponderEliminarLas rosas, no importa las espinas, su belleza vale toda herida.
Feliz vida para vos, Ángeles.