Cada veinticuatro de junio
frente al espejo se hacía la misma pregunta, ¿quién soy? Su mirada de mujer
olvidada le respondía con otra desconcertante interrogante, ¿por qué?
Observaba sus arrugas, «
huellas de un tiempo feliz—afirmaba en sus pensamientos— con cierta ternura». Una diminuta verruga en la mejilla izquierda le provocaba una inexplicable
sonrisa: ¡cuántos besos apasionados, siendo lunar! «La pícara peca —solía
susurrarle, su esposo— con vehemencia ».
Finas canas resaltan ahora
el negro azabache de sus cabellos, «quizás,
Lola tenga un hueco mañana en su ajetreado salón de belleza
—pensaba— mientras, se atusaba el pelo con persistencia». (Supondría, tal vez que aquellas tintadas blancas, fuesen a
desaparecer sin más de su enmarañada cabellera).
Su nariz torcida le
recordaba el innombrable puñetazo, varios días inconsciente y la cicatriz por
siempre en la memoria. Pero, su demanda tiene ya, por fin veredicto. El
esperado juicio se celebró en la mañana de San Juan.
« ¿Casualidad o cosa de
meigas? —divagaba— a su vez, que
decidía escrutar el rostro de su
carcelero con efusivos ojos azules, ávidos de indiferencia ».
Hernán
tendrá su condena. Hoy, el espejo de Lucía refleja su justa libertad.
Abrazos de esperanza…
Qué hermosa la atmósfera donde vive la protagonista, a pesar del tiempo, a pesar de los golpes (sí, lo dijiste muy bien, un puñetazo siempre es innombrable), ella persiste en su vida, en su búsqueda de paz... y nadie tiene derecho a interponerse en su camino para helarle el corazón, no, nunca más.
ResponderEliminarUn abrazo Ángeles :)
Una triste realidad que muchos tratan de ocultar, en este caso la protagonista intenta no olvidar para poder nuevamente comenzar.
EliminarCariños.....
Las emociones, la vida marcada...pero al fin, las cosas se pagan...
ResponderEliminarMe gusta como escribes
Besos
Los golpes, que nos duelen a todas, pero que solo las mata a ellas, cuanta tristeza cada vez que salta la noticia de otra, otra,. no tiene fin. Tus palabras ponen un poco de esperanza al sufrimiento de tantas mujeres. Un abrazo
ResponderEliminarUna forma casi poética de nombrar el maltrato a la mujer.
ResponderEliminarNadie debe aguantar la violencia. El tiempo pasa y la vida se agota entre tinieblas. Mejor salir al aire fresco y respirar.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Ojalá hubiese más espejos como el de Lucía y más historias de este tipo tuvieran el mismo final... más no, todas las historias como ésta.
ResponderEliminarBesos
Hay carceleros sin llaves y prisiones sin rejas en miles de hogares. Esta lacra que es la violencia de género no hay quien le ponga coto, desgraciadamene. Suerte que esta vez la justicia la liberó.
ResponderEliminarBss.
Más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarAunque no habrá ya justicia para su vida perdida:(
Besos
Detalles impactantes. Muy bien micro.
ResponderEliminarMe ha encantado como has desarrollado el tema, tan realista y por desgracia presente en nuestro día a día en los medios de comunicación para unos, en sus propios hogares para otros.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo
Un abrazo.
Rosa
Un relato sobre un tema estremecedor aunque afortunadamente este tiene un final feliz,has tratado un tema delicado con gran sutileza,me encanto leerte amiga,besos
ResponderEliminarUn micro relato muy bien enfocado y escrito..el tema es duro, pero la actitud de la mujer un mensaje de coraje
ResponderEliminary capacidad para empezar una vida nueva y libre , me parece una historia real con final liberador !!! un abrazo de
Begoña
Bella forma de homenajear es maltrato.Menos mal que por lo menos aquí, el final es positivo.
ResponderEliminarUn beso Angeles.
Un tema que por mucho que se escriba y se hable de él...nunca es suficiente y deja un regusto amargo.
ResponderEliminarUn saludo
Denuncia en forma de relato que, no por ser bello, pierde su sentido.
ResponderEliminarInnombrables las infinitas manifestaciones de maltrato sufren a diario tantas personas.
Ante ello solo queda insistir en la negación rotunda hacia los maltratadores en no dejar pasar ni una de sus fechorías y en apoyar en cuerpo y alma a aquellos que las sufren.
Feliz fin de semana.
Besos.
Original, sensible y contundente cuanto expresas. Me ha gustado muchísimo, lo he releído con la intención de no perderme ni un solo detalle de tus mensajes. Bellísimo¡¡
ResponderEliminarMe quedo en tu magnifico rincón, gracias.
Besos muchos ♥♥♥
Un abrazo, Por la libertad. Besos.
ResponderEliminarMil gracias a todos/as por llegar siempre a este mar azul de pensamientos y compartir mis letras... Es un placer, recibir vuestros comentarios, generosos, cálidos, profundos.
ResponderEliminarEs un relato que escribí hace tiempo, y con él va mi pequeño granito en esta lucha por tantas Lucías... por todas las mujeres. No a la violencia de género.
Un abrazo a todos/as con sabor a sal... sal de libertad y justicia.
por desgracia esa cruda realidad es muy frecuente... pues son almas que jamás aprendieron a amar, convirtiendo lo que debería ser cariño y comprensión en un infierno sin compasión. precioso relato... y más que merecida sentencia. besos.
ResponderEliminar